La apuesta de Magda Chambriard para Petrobras: Debe ser "lo más grande posible"

Por Michael Pooler

Petrobras necesita ser "lo más grande posible" para garantizar su futuro a largo plazo, dijo la directora de la petrolera estatal brasileña, mientras la compañía aumenta las inversiones en actividades que van desde la perforación en alta mar hasta los biocombustibles y fertilizantes.

La directora ejecutiva Magda Chambriard está expandiendo las actividades del grupo de US$ 92.000 millones, revirtiendo una estrategia de gobiernos anteriores que en gran medida buscaba dejar a un lado operaciones fuera de la exploración en aguas profundas.

El impulso para ampliar y diversificar coincide con los deseos del Presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que quiere que el grupo con sede en Río de Janeiro genere empleos locales y estimule la economía. La compañía había vendido activos como refinerías, estaciones de servicio y campos petrolíferos terrestres en los últimos años para reducir la deuda.

La dirección corporativa aumentó el presupuesto de gastos de capital de cinco años de Petrobras en un 9%, hasta los US$ 111.000 millones, en virtud de un nuevo plan de negocios presentado el mes pasado, que según Chambriard era necesario para la “supervivencia y longevidad” del grupo.

“Cuando analizamos qué empresa queremos ser en 2050, nuestra meta es ser ‘lo más grande posible’ y crecer al menos al mismo ritmo que Brasil”, dijo en su primera entrevista con los medios internacionales desde que asumió el cargo. “Creceremos en petróleo y generaremos energía adicional, incluyendo fuentes renovables”.

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La mano de Chambriard

El Gobierno de Brasil, que posee el 37% del capital de Petrobras, pero controla poco más de la mitad de los derechos de voto, la nombró en mayo.

Chambriard, de 67 años, continúa un cambio que comenzó con su predecesor, Jean Paul Prates, exsenador del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula. Asumió el cargo a principios de 2023 con el mandato de convertir a Petrobras en un grupo más diversificado con la vista hacia la transición energética, pero fue destituido este año.

Si bien el petróleo y el gas seguirán siendo el foco principal, con la exploración y producción representando el 70% del gasto de capital en el período hasta 2029, Petrobras aumentó el monto para iniciativas bajas en carbono en dos quintas partes a US$ 16.300 millones. El segmento que incluye refinación, petroquímicos y fertilizantes tuvo su monto incrementado en un 17% a casi US$ 20.000 millones.

"Vemos una gran empresa integrada verticalmente, que opera en varios segmentos y contribuye a una transición energética justa", dijo Chambriard. "Tiene que ser lo más grande posible y completamente integrada a la sociedad en todos sus aspectos, porque eso es lo que garantizará su longevidad".

Chambriard comenzó su carrera en la industria energética como ingeniera en Petrobras y luego se desempeñó como directora del regulador nacional de petróleo y gas durante una administración anterior liderada por el partido de Lula.

La salida de Prates se produjo tras tensiones con Brasilia que estallaron cuando la junta corporativa —cuya mayoría fue designada por el Ejecutivo— lo desafió e inicialmente retuvo los dividendos extraordinarios que muchos inversionistas externos esperaban.

Lula había criticado públicamente el nivel de los pagos a los accionistas y el ritmo de las inversiones había frustrado a algunos ministros. El episodio desató temores de un retorno a la intervención gubernamental perjudicial en Petrobras, tras la mala gestión y un escándalo de corrupción durante el gobierno de izquierda en la última década.

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Chambriard restó importancia a esas preocupaciones, diciendo que tenía el respaldo de Lula para una política que prevé entre US$ 45.000 millones y US$ 55.000 millones en dividendos ordinarios para los próximos cinco años, con espacio para hasta US$ 10.000 millones en pagos adicionales. El beneficio neto del tercer trimestre de la empresa aumentó un 22% a 32.600 millones de reales (US$ 5.400 millones).

Una de sus principales prioridades es reabastecer las reservas de petróleo de la empresa, dado que se prevé que su producción de crudo alcance su punto máximo hacia finales de la década y luego caiga. Petrobras aspira a alcanzar una producción total de 3,2 millones de barriles de petróleo y gas equivalentes al día para 2028, frente a los 2,7 millones del tercer trimestre de 2024.

Un nuevo elemento de la estrategia es el regreso al etanol, un biocombustible producido a gran escala en Brasil a partir de la caña de azúcar y ampliamente utilizado en la flota de automóviles del país.

Petrobras también está reiniciando las plantas de fertilizantes suspendidas, ya que Brasilia busca reducir su dependencia de las importaciones. Algunos analistas han expresado su preocupación de que el aumento de las inversiones fuera de las áreas centrales de la empresa puede reducir la rentabilidad. Pero Chambriard sostiene que centrarse sólo en el petróleo y el gas llevaría a la empresa a un “cierto declive” y que los proyectos se realizarían “de manera responsable, con un enfoque en la rentabilidad”.